sábado, 21 de marzo de 2015



  1. REFLEXIONES CRISTIANAS
  2. Soy demasiado pecador
Nadie es demasiado pecador. El amor de Dios y el sacrificio de Jesús es capaz de limpiar el peor de todos los pecados. Aún Hitler podría haberse salvado si se hubiese entregado a Cristo. Tú has pecado, como todos los demás. Es simplemente que tus pecados te pertenecen a ti. No son tan grandes que Dios no los pueda quitar. El pecado no tiene poder alguno sobre Dios, sólo lo tiene sobre ti.
    1. Permíteme preguntarte algo. ¿Piensas que el asesinato y el adulterio son pecados serios? ¿Sí? Bien, David, un personaje bíblico a quien Dios llamó "un hombre según Su propio corazón" (Hechos 13:22), fue asesino y adúltero. El quiso incluso esconder de todos su pecado. Pero Dios conocía sus pecados y los expuso. David se arrepintió y se arrojó a la misericordia del Señor. Dios le perdonó y lo amó. Dios te ama y te perdonará si pones tu confianza en Jesús y le pides que te perdone de todos tus pecados (Romanos 10:9-10).
  1.  
  2.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario