lunes, 16 de marzo de 2015



1. Parábolas
sobre el Reino de Dios
En las parábolas pertenecientes al primer grupo, nuestro Señor Jesucristo nos ofrece la Enseñanza Espiritual en cuanto a la propagación en el mundo del Reino de Dios o el Reino Celestial. Bajo estos nombres se debe entender la Iglesia de Cristo en la tierra la cual se componía al principio de doce Apóstoles y los discípulos más cercanos a Cristo. Después de que el Espíritu Santo descendió sobre los apóstoles, en el día de la Pentecostés, continuó la dispersión de la palabra del Señor por medio de los apóstoles en otros paises. Debido a su esencia espiritual, la Iglesia de Cristo no se limita por territorios, grupos étnicos, cultura, idiomas, etc. La Gracia de Dios entra y vive en las almas de la gente, iluminando sus mentes y conciencias, dirigiendo las voluntades de los mismos, hacia el bien. Aquella gente que se hizo miembro de la Iglesia de Cristo, se llama en las parábolas "hijos del Reino," contrario a los infieles y pecadores que no se arrepienten, llamados "hijos del tentador." Sobre las condiciones en cuanto a la propagación y fortalecimiento del Reino de Dios en la gente, se recuenta en las parábolas del Sembrador, la Cizaña, del Crecimiento de la semilla, la Semilla de la mostaza, la Levadura y del Tesoro guardado en el campo.


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