sábado, 27 de junio de 2015


  PLAN DE SALVACIÓN

    J- No puedo dejar los placeres del mundo

       Hasta que usted sea salvo, Dios no le pide que deje los placeres del mundo. El deseo de Dios es que reciba por fe a Cristo en su corazón, y luego Él le salvará tanto del castigo como del poder del pecado. Dios quiere salvarle ahora mismo, tal como es. No tiene que dejar el mundo antes de convertirse. Después de ser salvo querrá dejar de hacer lo que a su nuevo Amigo le desagrada.

       K- No quiero ser triste y melancólico

       Algunas personas piensan que los cristianos tienen caras largas y vidas tristes. Esta es una de las mentiras más grandes de Satanás. La verdadera y duradera felicidad es la parte de todo cristiano. ¿Puede entristecerme saber que mis pecados están perdonados y que voy a pasar la eternidad con el Señor Jesús en el cielo?

       ¿Cómo se sentirá un criminal condenado cuando se le perdona: contento o triste? El cristiano es feliz porque está libre del pecado, del juicio y del infierno. La Biblia dice: "Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es el Señor" (Salmo 144:14). "En tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre" (Salmo
16:11).

       L- Hay tantos hipócritas

       No es justo llamar «hipócritas» a todos los cristianos sólo porque algunos dicen ser cristianos aunque no se portan como tales. Si se razonara de esta forma, habría que llamar a todos los cajeros «ladrones» porque a algunos los han cogido robando. Hipócritas son aquellos que profesan ser lo que saben que no son. El hecho de que alguien pretenda ser cristiano no quiere decir que lo sea de verdad. Pero, prueba que el cristianismo debe ser bueno, porque los hombres no anhelan ser algo que no valga la pena. Si, por otra parte, algunos verdaderos cristianos son inconsecuentes, ¿es ésa una excusa válida para que usted no sea salvo?

       LL- Hay tantas opiniones diferentes

        Es posible que haya oído decir: «Yo no sé qué creer, hay tantas opiniones diferentes...»   ¡Eso es cierto! Por eso es importante que nos dejemos guiar por completo por la Biblia, la segura Palabra de Dios. Sólo hay un medio de salvación, el cual está expuesto en la Biblia. Una joven que se estaba muriendo de tuberculosis pidió a varias personas sus opiniones acerca de la salvación. Alguien le dijo que «orara», otro que consiguiera la salvación por «buenas obras»; el tercero, un cristiano, le dijo que él tenía algo mejor que su propia opinión: ¡tenía la opinión de Dios! La joven aprendió que lo que tenía que hacer para ser salva era creer en el Señor Jesucristo, y así lo hizo.




FIN

 

 

 

 

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