PLAN DE SALVACIÓN
F- Haciendo lo mejor que
pueda, me salvaré
¿Puede usted decir sinceramente que siempre ha hecho lo mejor que podía para Dios? ¿No le ha pasado a menudo que ha hecho lo que no debía y dejado de hacer lo que debía hacer? Un solo pecado es suficiente para condenarlo. Dios dice que "todos nosotros nos descarriamos como ovejas" (Isaías 53:6) y que "no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Salmo 14:3). Usted tiene que admitir delante de Dios que está arruinado, que es un pecador impotente. Deje de tratar de ganarse la salvación y acepte el regalo gratuito de Dios creyendo en Cristo. "Al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia" (Romanos 4:5).
G- ¿Estoy verdaderamente perdido?
¿Puede usted decir sinceramente que siempre ha hecho lo mejor que podía para Dios? ¿No le ha pasado a menudo que ha hecho lo que no debía y dejado de hacer lo que debía hacer? Un solo pecado es suficiente para condenarlo. Dios dice que "todos nosotros nos descarriamos como ovejas" (Isaías 53:6) y que "no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Salmo 14:3). Usted tiene que admitir delante de Dios que está arruinado, que es un pecador impotente. Deje de tratar de ganarse la salvación y acepte el regalo gratuito de Dios creyendo en Cristo. "Al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia" (Romanos 4:5).
G- ¿Estoy verdaderamente perdido?
¿Se ha visto usted como un pecador
perdido en camino al juicio y al infierno? Por favor, hágale frente a esa
pregunta honestamente. ¿Está usted salvador o perdido? Si tuviera que
encontrarse con Dios dentro de un minuto, ¿estaría listo, o todavía alega
alguna excusa para no ser salvo? La rectitud y justicia de Dios demanda pago
por sus pecados. Pero Cristo "vino a buscar y a salvar lo que se había
perdido" (Lucas 19:10). Tome el lugar de pecador perdido, aprópiese del
Salvador de los pecadores como su propio Sustituto y Salvador personal, y será
salvo eternamente.
Si usted no está convencido de su
culpabiliadad ante Dios, si no está horrorizado ante la perspectiva del juicio
por venir, rechaza ese mensaje como si no le fuese dirigido. Quizá piense usted
que no tiene ninguna necesidad. No podemos más que advertirle de forma
apremiante que su camino de propia justicia le conduce a la perdición. Póngase,
pues, a la luz de Dios y véase tal como es.
Cambie de dirección, arrepiéntase mientras aún hay tiempo.
"De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida" (Juan 5:24).
No hay comentarios:
Publicar un comentario