- REFLEXIONES CRISTIANAS
- Soy demasiado pecador
Nadie es demasiado pecador. El amor de Dios y el
sacrificio de Jesús es capaz de limpiar el peor de todos los pecados. Aún
Hitler podría haberse salvado si se hubiese entregado a Cristo. Tú has pecado,
como todos los demás. Es simplemente que tus pecados te pertenecen a ti. No
son tan grandes que Dios no los pueda quitar. El pecado no tiene poder alguno
sobre Dios, sólo lo tiene sobre ti.
- Permíteme preguntarte
algo. ¿Piensas que el asesinato y el adulterio son pecados serios? ¿Sí?
Bien, David, un personaje bíblico a quien Dios llamó "un hombre
según Su propio corazón" (Hechos 13:22), fue asesino y adúltero.
El quiso incluso esconder de todos su pecado. Pero Dios conocía sus
pecados y los expuso. David se arrepintió y se arrojó a la misericordia
del Señor. Dios le perdonó y lo amó. Dios te ama y te perdonará si
pones tu confianza en Jesús y le pides que te perdone de todos tus
pecados (Romanos 10:9-10).
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