lunes, 2 de marzo de 2015

NUESTRO PAN DIARIO

¿AMIGO O ENEMIGO?



También os rogamos […] que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. -- 1 Tesalonicenses 5:14.
Durante la Guerra de Boer (1899-1902), a un hombre lo condenaron por un delito muy raro. Lo declararon culpable de «desalentador». La ciudad sudafricana de Ladysmith estaba siendo atacada, y este traidor recorría todas las filas de soldados que la defendían y hacía todo lo posible para desanimarlos. Enfatizaba la fuerza del enemigo, la dificultad para defenderse y la inevitable captura de la ciudad. No usó ningún fusil en su ataque, ya que no era necesario. Su arma fue el poder del desaliento.
Por otro lado, el ánimo puede ser un amigo poderoso. Fortalece al débil, da valor al de poco aliento y esperanza al que titubea. Uno de los mejores ministerios que podemos tener es animar a otros creyentes.
Muchos cristianos se agotan con los conflictos diarios contra el maligno y se sienten tentados a rendirse en su lucha espiritual. Precisan una palabra de aliento. Los pastores y otras personas que participan en la obra del Señor necesitan recibir expresiones de agradecimiento y tener la seguridad de nuestro apoyo en oración. Como el desánimo los afecta mucho, hace falta que los animen y estimulen.
¡Alienta a alguien hoy! --RWD
REFLEXIÓN: Un poco de ánimo puede desencadenar un gran logro.
La Biblia En Un Año: Job 34-35; Hechos 15:1-21.

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