sábado, 20 de agosto de 2016


NUESTRO ANDAR DIARIO
Luz y liderazgo
El otro día mi esposa Karen compró una nueva lamparilla
para el baño. Era diferente a las que habíamos tenido antes;
ésta tenía un sensor de luz. Cuando oscurece, el sensor activa
el proceso que hace que la lucecita brille. Cuando enciendes la luz
principal, la lamparilla se apaga.

Y hablando de luz, soy un tipo bastante positivo — pero creo
que estamos viviendo tiempos muy oscuros y de mal augurio.
Existe la maldad en nuestra cultura. Hay un mal que está fuera de
control. Hay un rechazo a todo lo que es piadoso en nuestra
sociedad. La práctica del pecado y de la maldad es increíble.
Demasiados entre nosotros hemos quedado atrapados en la
oscuridad en vez de reflejar la luz de Jesús. Es casi como si
hubiésemos tomado nuestra fe y la hubiésemos escondido en
nuestros bolsillos. Estamos temerosos (o avergonzados) de
mantener en alto la luz de Jesús. ¡Pero este mundo en tinieblas
necesita de una lamparilla espiritual!
Filipenses 2:14-16 nos recuerda esto, «en medio de la cual
resplandecéis como luminaries en el mundo, sosteniendo
firmemente la palabra de vida.» Pablo escribió esperanzado,
declarando que la oscuridad es una gran oportunidad. Tenemos
que mantener la luz en alto.
La luz de Jesús se revela a través de nuestra actitud y nuestro
carácter piadoso al acercarnos más en nuestra relación con Él.
Entonces no podemos evitar brillar cuando viene la oscuridad. A
mayor oscuridad, tanto más sobresaldremos. Cuanto más sombrío
sea allá fuera, tanto más esperanzados somos en nuestra fe.
Estamos en marcado contraste con las maneras de nuestra
sociedad y el mundo en el que vivimos.
Sé un líder en la luz y señálales a las personas la Palabra de
Dios para que puedan responder a la Luz del evangelio, Jesucristo.
Vivamos para que nuestra luz brille continuamente y se haga aún
más brillante cuando se cierna la oscuridad. —CWL
NUESTRO PAN DIARIO

Gigantes en la tierra



Gigantes en la tierra
Leer: Números 13:25–14:9 | La Biblia en un año: 1 Corintios 3
… más podremos nosotros que ellos (Números 13:30).
Después de acampar durante dos años al pie del monte Sinaí, los israelitas estaban a punto de entrar en Canaán, la tierra que Dios había prometido darles. El Señor les dijo que enviaran doce espías para reconocer la tierra y a sus habitantes. Al volver, diez de ellos dijeron que no podrían entrar, pero dos afirmaron que podían.
¿Qué los diferenciaba?
Diez compararon a los gigantes con ellos mismos, pero Josué y Caleb los compararon con Dios, quien era mucho más grande que aquellos gigantes. Dijeron: «con nosotros está el Señor; no los temáis» (Números 14:9).
La incredulidad impide que superemos las dificultades. Hace que nos preocupemos, que no pensemos en otra cosa y que lamentemos carecer humanamente de recursos para vencerlas.
En cambio, la fe, aunque nunca minimiza los peligros y las dificultades, deja de enfocarse en esas cosas, mira a Dios, y cuenta con su presencia invisible y su poder.
¿Cuáles son tus «gigantes»? ¿Un hábito imposible de dejar? ¿Una tentación irresistible? ¿Un matrimonio difícil? ¿Un familiar adicto?
No miremos las dificultades, sino, con fe, enfoquémonos en la grandeza del Dios siempre presente y todopoderoso.
Señor, cuando los «gigantes» de mi vida comiencen a abrumarme y atemorizarme, ayúdame a confiar en ti.
Cuando el miedo llame a la puerta, respóndele con la fe.

miércoles, 17 de agosto de 2016


NUESTRO ANDAR DIARIO

Paciente confianza
Como todo lo demás en la vida cristiana, la paciencia es un arte
espiritual aprendido — tal vez uno de los más difíciles que se
puedan encontrar activos en nuestras vidas. La paciencia es la
habilidad de esperar bien, de someter nuestros horarios a los demás y
— lo más importante — al Señor. ¡Me gusta el término esperar pacientemente
porque la paciencia no es nada más que el arte de aprender a esperar!
El Diccionario Webster está de acuerdo. Para la palabra paciente, ofrece la
siguiente definición: «la voluntad o la capacidad de esperar.» ¡La
paciencia apuede ser especialmente desafiante en la época de Navidad
para aquéllos de nosotros que encuentran difícil esperar a ese momento
cuando podemos abrir todos esos regalos tentadoramente envueltos
bajo el árbol!

Pero no se trata solamente acerca de esperar para obtener lo que
queremos. En última instancia, se trata acerca de esperar a que Dios
cumpla Su agenda en nuestras vidas. Esperar a experimentar respuestas
a la oración, el cumplimiento de Sus promesas, el desarrollo de Su
carácter divino en nuestras vidas. El salmista nos alentó, «Confía callado
en el SEÑOR y espérale con paciencia; Espera en el SEÑOR y guarda
Su camino, y El te exaltará» (Salmos 37:7,34). La paciencia trata acerca
de cuánto confiamos en Dios. Cuanto más rápidamente nos pongamos
nerviosos en cuanto a la vida y a nuestros aprietos, tanto menos
realmente creeremos que Él está con nosotros y que tiene el control.
El apóstol Santiago sabía algo acerca de esperar — no sólo esperar
por algo que deseamos sino esperar en el Señor y confiar en Él durante
las épocas de intensa adversidad. En su carta a los cristianos judíos
dispersos y perseguidos de su tiempo, diez veces usó diversas formas de
las palabras esperar, paciencia, y perseverancia. Además de estos eventos, la
idea de esperar pacientemente se encuentra entretejida a lo largo de
todo el libro. Se requiere de mucha paciencia, por ejemplo, para «pronto
para oír, tardo para hablar, tardo para la ira» (Santiago 1:19).
Santiago era la persona indicada para transmitir un mensaje de
resistencia paciente en la prueba y de esperar pacientemente por el
retorno de Jesús. Debido a que Santiago era el medio hermano de Jesús
(Mateo 13:55) algunas personas podrían haber pensado que reuniría los
requisitos necesarios para un tratamiento especial. En vez de ello,
simplemente se identificó como un «siervo» de Jesús (Santiago 1:1).
Santiago no le ofreció a un grupo en gran necesidad de sabio consejo
una ruta de escape sino un camino a la madurez espiritual: Esperen
por el Señor. Y al seguir este camino, tú también descubrirás que vale la
pena esperarlo. —JS
NUESTRO PAN DIARIO

Con un poco de ayuda



Con un poco de ayuda
Leer: Rom. 16:1-3, 13, 21-23 | La Biblia en un año: Romanos 16
… animaos unos a otros, y edificaos unos a otros… (1 Tesalonicenses 5:11).
El verano de 2015, Hunter (de 15 años) llevó en brazos a su hermano Braden (de 8) unos 90 kilómetros para que la gente tomara conciencia de las necesidades de quienes padecen parálisis cerebral. Braden pesa 27 kilos, así que Hunter tuvo que detenerse varias veces para descansar, mientras otros lo ayudaban a estirar los músculos. Aunque usaba arneses especiales para ayudarlo a soportar el dolor físico, Hunter dice que lo más alentador era la gente en el camino: «Me dolían las piernas, pero mis amigos me levantaban y podía seguir». La madre de estos muchachos llamó la ardua caminata «El paso decidido de la parálisis cerebral».
El apóstol Pablo, que se consideraba fuerte y valeroso, también necesitó que lo «levantaran». En Romanos 16, enumera a varias personas que hicieron exactamente esto. Sirvieron a su lado, lo alentaron, suplieron sus necesidades y oraron por él. Menciona a Febe; Priscila y Aquila, sus compañeros de trabajo; la madre de Rufo, que había sido como una madre para él; Gayo, quien le mostró hospitalidad; y muchos más.
Todos necesitamos amigos que nos levanten, y conocemos a otros que necesitan que los animemos. Así como Jesús nos ayuda y nos sostiene, ayudémonos unos a otros.
Señor, que pueda ayudar a otros en la iglesia a la que asisto y que tú estableciste.
Los entusiastas levantan a otros cuando los problemas los aplastan.

martes, 16 de agosto de 2016

La mejor de las decisiones
Imagina que en tan sólo quince minutos esta vida se acabará.
Todo lo que te parece tan importante se marchitará, y lo único
que importará es si estás listo o no para presentarte ante Dios.
¿Estás listo? Hebreos 9:27 declara esta verdad: «y así como está
decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de
esto, el juicio.»

¿Se han abierto tus ojos a la gloriosa verdad que sólo puede
encontrarse en Jesús? Permíteme compartir esta buena noticia
contigo. Comenzaremos con un par de preguntas:
• ¿Quién crees que es Jesús? ¿Crees que Él es el Hijo de Dios?
(Juan 3:16).
• ¿Crees que Jesús vino a este mundo, vivió una vida sin
pecado, y murió en tu lugar para que Dios te pudiera
perdonar? (Romanos 6:23).
• ¿Crees que Él se levantó de entre los muertos, demostrando
que la necesidad de Dios de juicio por el pecado quedó
satisfecha? (Romanos 4:25).
• ¿Reconoces que eres una persona pecaminosa y que, por tu
cuenta, no estás preparado para encontrarte con Dios?
(Romanos 3:23). ¿Crees que Jesús ha provisto la manera?
(Juan 14:6).
¿Qué dirás cuando te presentes delante de Dios y Él pregunte,
«¿Por qué debo permitirte entrar al cielo?» La major respuesta es,
«Bueno, no debes, excepto que estoy confiando completamente
en Jesús. No tengo nada que ofrecer, excepto que creo que Jesús
murió en mi lugar y que Tú aceptaste Su sacrificio a mi favor. No
puedo ganarlo; nunca lo mereceré, pero estoy confiando en Jesús
para mi salvación.»
Juan 1:12 nos asegura que «a todos los que le recibieron, les
dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios.» Puedes estar seguro
que si vienes a Dios bajo Sus terminus, Él nunca te despedirá.
Cuando pones tu fe sólo en Jesús, tus pecados pueden ser
perdonados y la vida eternal puede ser tu esperanza confiada.
Puedes hacer esa elección justo ahora. Si no lo has hecho
— ¡hazlo hoy! —JM

Que así sea
Imagina a María, una joven virgen, a quien el angel Gabriel
que ella habría de tener un hijo que Él sería el Salvador
del mundo. El asombro. La maravilla. El preguntarse. ¿Cómo?
¿Por qué? ¿Quién?

En aquellos días, una muchacha embarazada no casada
ponía demasiado en riesgo. Si el padre del niño no se casaba
con ella, probablemente la muchacha no se casaría jamás. Si su
propio padre la rechazaba, podría verse obligada a pedir limosna o
volverse prostituta para ganarse la vida. ¿Y el hecho de que María
afirmaba estar embarazada del Espíritu Santo? También podría
habérsele considerado loca. Pero mira la respuesta de María:
«He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu
palabra» (Lucas 1:38).
¿Recuerdas cómo Abraham y Sara respondieron cuando se
les dijo que iban a tener un hijo en su vejez? ¡Sara se rió!
(Génesis 18:9-15). ¿Y qué acerca de Zacarías al escuchar que él y
su esposa tendrían un bebé? Él dudó (Lucas 1:18) y el angel lo
dejó mudo por el resto del embarazo de su esposa debido a su
incredulidad (v. 20).
Es probable que María no tuviera ni idea de qué le deparaba
el futuro a ella o a su hijo. No sabía si sus amigos la ridiculizarían;
no sabía que su hijo sería rechazado y asesinado. Pero tampoco
preguntó por los detalles. Sólo sabía que Dios le estaba pidiendo
que lo sirviera, y ella lo hizo con mucha disposición y obediencia.
¡Qué tal fe! Dios demostró una vez más que podía usar, y que
de hecho usa a personas ordinarias y ocasionalmente eventos
extraordinarios para lograr Sus propósitos.
¿Qué te está pidiendo Dios que hagas? ¿Qué muestra tu
respuesta a las circunstancias inesperadas acerca de tu carácter?
¿Qué muestra esto acerca de tu relación con Dios? No esperes
todos los hechos antes de ofrecer tu vida a Dios. Y no pienses
que no estás listo para ser usado por Dios porque no eres lo
suficientemente «especial.»
Sé como María, quien de buena gana ofreció su vida sencilla
y ordinaria sin reservas. —Peggy Willison, Michigan
Escrito por una amiga lectora de Nuestro Andar Diario.
Viendo la bondad de Dios
Algunas veces es difícil ver el bien que Dios está haciendo.
Tal y como lo describí en un artículo anterior (14 de
diciembre) mi esposa experimentó graves dificultades
cuando estuvo embarazada de nuestro hijo menor. El año anterior
había desarrollado flebitis luego de un viaje en avión a través del
país con un niño de dos años sobre su regazo. Un coágulo de
sangre se había formado cerca de su tobillo y se había alojado en
el área abdominal de camino a su corazón. El doctor le dio
algunos medicamentos a Mary para deshacer el coágulo y nos
dijo que ella no debía quedar embarazada por al menos un año;
de otro modo sería probable que ella estuviera en el hospital
durante meses.

Pero tres meses después descubrimos que ella estaba
embarazada. Vivíamos día a día en ascuas, luchando por llegar
al final de cada semana sin tener que ir al hospital. Con dos
hijos menores de cinco años, era difícil para ella tener el descanso
que necesitaba.
El día más difícil fue cuando el doctor le dijo a Mary que
debía abortar a Josh. Le advirtió que los medicamentos que había
tomado para deshacer el coágulo probablemente había afectado
negativamente a nuestro bebé. Era muy probable que tuviéramos
un hijo deforme. De hecho, el doctor predijo que tendríamos un
«monstrito.» Ésas fueron sus palabras exactas. (¡Qué manera de
tartar a sus pacientes la de este tipo!)
Así que ahora no sólo nos enfrentamos con preocupaciones
por la salud de Mary, sino con la posibilidad de un hijo deforme.
La buena obra de Dios (Salmos 119:68) era difícil de ver. Pero
he aquí la buena noticia. Josh nació y era perfecto. Pudo haber
tenido alguna discapacidad y, sí, aún así habría sido un regalo de
Dios. Pero Dios nos mostró Su gracia y Josh nació sin defectos
físicos en absoluto.
Cada día del embarazo era un desafío para confiar en Dios y
para descansar en Su bondad. No podíamos ver el resultado. Sólo
podíamos confiar en Su carácter perfecto. Podemos confiar en
Dios cuando las circunstancias a nuestro alrededor se ven
sombrías. Estas palabras de la Palabra de Dios lo resumen de la
major manera: «Bueno eres tú; haz el bien.» —SF
NUESTRO PAN DIARIO

Llevar luz a la oscuridad



Llevar luz a la oscuridad
Leer: Juan 1:1-8 | La Biblia en un año: Romanos 15:14-33
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que […] glorifiquen a vuestro Padre… (Mateo 5:16).
En 1989, Vaclav Havel pasó de ser prisionero político a convertirse en el primer presidente electo de Checoslovaquia. Años después, en su funeral en Praga, en 2011, la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos, Madeleine Albright, nacida en Praga, lo describió como alguien que había «llevado la luz a sitios de profunda oscuridad».
Lo que Havel hizo generando luz en el ámbito político en lo que actualmente se conoce como República Checa, nuestro Señor Jesús lo hizo por el mundo entero. Él generó la luz cuando la creó a partir de la oscuridad en el amanecer de los tiempos (Juan 1:2-3; comp. Génesis 1:2-3). Más tarde, al nacer, trajo luz a la esfera espiritual. Jesucristo es la vida y la luz que la oscuridad no puede derrotar (Juan 1:5).
Juan el Bautista salió del desierto para dar testimonio de Jesús, la luz del mundo. Nosotros podemos hacer lo mismo hoy. En realidad, es lo que el Señor nos dijo que hiciéramos: «Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mateo 5:16).
En este mundo —donde lo bueno suele considerarse malo y lo malo bueno, y donde la verdad y el error se invierten—, la gente busca hacia dónde ir. Reflejemos la luz de Cristo en nuestro entorno.
Señor, ayúdame a ser una luz en este mundo oscuro.
¡Brilla con la Luz!

lunes, 15 de agosto de 2016

NUESTRO PAN DIARIO

El legado de una vida
...

15 Agosto 2016




El legado de una vida
Leer: Proverbios 22:1-16 | La Biblia en un año: Romanos 15:1-13




De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas… (v. 1).
Mientras me hospedaba en un hotel de un pequeño pueblo, noté que había movimiento en la iglesia al otro lado de la calle. La gente estaba apretujada dentro del edificio, en tanto que otro grupo de jóvenes y ancianos llenaba la acera. Cuando vi un coche fúnebre en la esquina, me di cuenta de que era un funeral. Como había tanta gente, supuse que se trataba de algún héroe local; quizá un empresario acaudalado o alguien famoso. Por curiosidad, le dije al empleado del hotel: «¡Cuántos concurrentes para un funeral! Seguro que es alguien muy conocido del pueblo».
«No —respondió—. No era ni rico ni famoso; era un buen hombre».
Eso me trajo a la mente el sabio proverbio: «De más estima es el buen nombre que las muchas riquezas» (Proverbios 22:1). Es una buena idea pensar en el tipo de legado que les dejaremos a nuestros familiares, amigos y vecinos. Desde la perspectiva de Dios, lo importante no es nuestro currículo ni la cantidad de dinero que hemos acumulado, sino la clase de vida que hemos llevado.
Cuando un amigo mío falleció, su hija escribió: «Este mundo ha perdido a un hombre justo; ¡en este mundo, eso no es poca cosa!». Esta clase de legado es lo que deberíamos procurar dejar para la gloria de Dios.
Señor, ayúdame a vivir de una manera que te agrade y que honre tu nombre.
Vive de tal manera que el legado de tu vida glorifique a Dios.
Ver más
NUESTRO PAN DIARIO
Tu Padre sabe
...
14 Agosto 2016





Tu Padre sabe
Leer: Mateo 6:25-34 | La Biblia en un año: Romanos 14




… vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis (v. 8).
T enía solo cuatro años y estaba acostado junto a mi padre sobre una alfombra en el suelo durante una calurosa noche de verano. (En esa época, mi madre tenía su propia habitación porque había tenido un bebé). Estábamos en el norte de Ghana, donde el clima es mayormente seco. El sudor me cubría el cuerpo y el calor me secaba la garganta. Tenía tanta sed que desperté a mi padre. En medio de aquella noche seca, él se levantó y tomó agua de una jarra para darme de beber. Durante toda mi vida, tal como en aquella noche, él fue un modelo de padre protector. Siempre me proveía lo que yo necesitaba.
Quizá algunas personas no tengan una imagen así de un padre, pero todos tenemos un Padre poderoso que siempre nos acompaña y nunca nos decepciona. Jesús nos enseñó a orar: «Padre nuestro que estás en los cielos» (Mateo 6:9). También nos dijo que, cuando enfrentamos necesidades diarias —alimento, ropa, refugio, protección (v. 31)—, nuestro Padre lo sabe antes de que le pidamos lo que nos hace falta (v. 8).
Tenemos un Padre que siempre está presente. Cada vez que las cosas se compliquen, podemos confiar en que Él nunca nos abandonará. Ha prometido cuidarnos y sabe mejor que nosotros lo que necesitamos.
Padre, gracias porque conoces mis necesidades antes de que te las diga y porque nunca me defraudas.
Nuestro Padre celestial amoroso nunca quita sus ojos de ti.

domingo, 14 de agosto de 2016

Excusas para no aceptar la salvación

Excusas para no aceptar la salvación      
 Frecuentemente cuando nos damos a la tarea de la evangelización, las vidas con las que nos encontramos presentan una serie de excusas para no servir al Señor y aceptarle como su Salvador personal.  . A veces no sabemos que responder bíblicamente ante las excusas de  aquellos que estamos tratando de ganar para el Señor.  Aquí encontraras las típicas preguntas o excusas que las personas tenemos para no aceptar la salvación que nos ofrece el Señor Jesucristo; y no solo eso, sino que también encontraras la respuesta apropiada a las excusas más comunes que se presentan, y las citas bíblicas para refutar cada una de ellas.  Esperamos que le sirva de ayuda en la tarea de evangelización

25 Excusas clásicas

1. Para los que dicen: Hoy no, mañana. Proverbios 27:1 ; Isaías 55:6 ; Lucas 12:9
2. Para los que dicen es demasiado tarde: Ezequiel 3:19 ; Juan 6:37
3. Para los que dicen haber fracasado en el intento Daniel 3:17 ; Romanos  4:21
4. Para los que dicen que todo es misterioso y extraño. Juan 13:7 ;  Hechos 1:7
5. Para los que dicen que no necesitan un Salvador Juan 3:18 ; Romanos  3:23
6. Para los que dicen que Dios es amor y al fin perdonará a todos Mateo  22:13
7. Para los que alegan que hay demasiados hipócritas en las iglesias Romanos 4:12
8. Para los que dicen que le perjudicaría su posición social Marcos 8:36
9. Para los que temen la persecución Mateo 5:11 ; Apocalipsis 2:10
10.Para los que dicen soy demasiado pecador Lucas 19:10 ; Hebreos 7:25
11. Para los que dicen no podré mantenerme firme: 1 Pedro 1:5 ; Judas 24
12.Para los que dicen ya pertenezco a una iglesia Juan 3:3 ; ; Gálatas 2:6
13.Para los que dicen he cometido pecado imperdonable: Juan 6:37 ; Romanos 10:15
14.Para los que dicen no soy peor que otros Juan 8:24
15.Para los que no pueden perdonar a otros: Mateo 6:15 ; 1 Juan 4:20
16.Para los que dicen habrá otra oportunidad después de la muerte: Hebreos 9:27 ; 2 Corintios 5:10 ; Hebreos 2:3
17.Para los que dicen tengo miedo de caer y fracasar: Salmo 37:2 ; Juan 10:28
18.Para los que dicen no tengo oportunidad Isaías 1:18 ; Mateo 9:13
19.Para los que dicen los cristianos tienen muchas faltas 1 Samuel 16:7, Lucas 6:41
20.Para los que dicen otro día: Proverbios 27:1 ; Mateo 24:44 ; 2 Corintios 6:2
21.Para los que dicen trato de ser cristiano y no puedo Isaías 12:2 Mateo 16:24 ; Efesios 2:8
22.Para los que dicen Hay tantas cosas que no puedo entender Lucas 24:45 ; Romanos 11:33 ; 1 Corintios 1:18
23.Para los que dicen Tendré que dejar tanto: Salmo 16:11 ; Marcos 8:36 ; Lucas 18:29 ; 1 Corintios 2:9
24.Para los que dicen ¿Qué tengo que hacer para ser salvo? Isaías 53:5 ; Juan 1:12 ; Juan 3:16 Romanos 10:13 ; 1 Juan 1:9
25.Para los que dicen yo no creo en Dios Salmo 19:1-4

sábado, 13 de agosto de 2016

EXCUSAS PARA NO ACEPTAR LA SALVACION
Explicaciones más detalladas a preguntas más sensibles
A- Todavía hay mucho tiempo para ser salvo
...
Pensar que uno tiene mucho tiempo para ser salvo, no tiene fundamento pues, cada año, miles de personas mueren repentinamente, sea de muerte natural o por asesinato. Los derrames cerebrales destruyen instantáneamente la mente de muchos miles más. Si usted muere en sus pecados, ¿qué excusa tendrá cuando esté delante de Dios, ante el gran trono blanco? (Apocalipsis 20:11-15). ¡No crea las mentiras de Satanás!
El tiempo es corto. Puede ser que la eternidad esté a la vuelta de la esquina para usted. ¿Se atrevería a no ser salvo, tan siquiera hasta mañana? Quizás Dios le diga esta noche: "Necio, esta noche vienen a pedir tu alma" (Lucas 12:20). ¡Entonces será demasiado tarde! Todo lo que le quedará por delante será el infierno eterno, ¡terrible consecuencia por haber aplazado el momento para ser salvo!

La Gran Comisión

 - La Gran Aventura
Estás aquí: Jesucristo >> La Gran Comisión
La Gran Comisión - Una Orden Personal
La Gran Comisión es uno de los pasajes más significativos de la Sagrada Biblia. Primero, es la última orden registrada dada por Jesús a Sus discípulos. Segundo, es un llamado especial de Jesucristo para todos Sus seguidores a que actúen específicamente en esta tierra. La Gran Comisión se encuentra en el Evangelio de Mateo:

Y Jesús se acercó y les habló diciendo: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Amén. (Mateo 28: 18-20)

La Gran Comisión - Su Importancia para los Cristianos
La Gran Comisión es el final de un evangelio y el comienzo de la fe en acción para todos los cristianos. Este mandamiento de Jesús es importante, porque es una orden personal a los cristianos de tener una fe profunda en Jesucristo, como se indica en el versículo 18. "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra." Esta es una afirmación increíblemente poderosa que exige fe en Jesucristo, validando Su poder en las vidas de los cristianos y en su compromiso con Él. Este versículo actúa como una clara afirmación de la omnipotencia de Cristo, y por lo tanto, de Su deidad. Si los cristianos no creen esta afirmación, no existe una fe completa. Jesús es my claro acerca de Su autoridad en el mundo -- es completa y total desde el mismo comienzo del tiempo (Juan 1:1-3).

En el versículo 19, Jesús les da órdenes específicas a Sus creyentes para seguir después de haber declarado su fe. "Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo." Jesús llama a todos Sus seguidores a que actúen y compartan las Buenas Nuevas de la salvación en todo el mundo. La gente escucha este llamado y cada año hacen viajes misioneros por toda la tierra, difundiendo la palabra de Jesucristo. Muchos cristianos han hecho sacrificios increíbles, viajando a regiones remotas del mundo, más allá de las ciudades civilizadas, en junglas y desiertos. Los campos misioneros también pueden estar muy cerca del hogar. Puede ser un vecino que no ha escuchado las Buenas Nuevas, o un área afectada por la pobreza al final de la calle, donde la gente no puede comprar Biblias. En el siglo XXI, el Internet se ha convertido en un campo misionero donde la gente puede ponerse en contacto y compartir el amor de Cristo. ¡Los lugares y las personas que necesitan escuchar el evangelio están en todas partes!

Otro aspecto importante del versículo 19, es que Cristo está enseñando específicamente la doctrina de la Trinidad a Sus seguidores. Cada una de las Tres Personas de la Trinidad son igualmente y completamente Dios, y aquí son presentadas en el orden lógico de Padre, Hijo, y Espíritu Santo - pero Un sólo Dios desde el principio (Ver Romanos 1:20).

Finalmente, en el versículo 20, Jesús da una orden específica, y asegurando a Sus seguidores: "enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." Se ordena a los cristianos que enseñen a otros acerca de Jesucristo y la totalidad de Su verdad. No podemos profesar a Cristo como Salvador y Señor, mientras que rechazamos algunas de Sus enseñanzas. Al enseñar las verdades de Cristo, el versículo 20 declara que podemos estar seguros, mediante la fe, de que Jesucristo nos sostendrá. Este hecho ha comprobado ser confiable a través de los siglos, a medida que los creyentes han escuchado, aceptado y compartido las Nuevas de Jesucristo. Sí, Cristo ascendió de nuevo a los cielos, ¡pero está presente por el poder del Espíritu Santo en cada creyente!
La Gran Comisión - Un Llamado Personal
En la Gran Comisión, Jesús llama a cada cristiano a salir por fe y difundir las Buenas Nuevas. ¡Esto es fe en acción! ¡La gente que obedece este mandamiento cambia su vida espiritual para siempre! Puede ser el compartir las Buenas Nuevas con un vecino, o el mudarse a otro país para llegarle a la gente allá. Puede ser el compartir con los niños menos afortunados de la misma calle, o el difundir la Palabra en un pueblo que quede a dos horas. Dondequiera que vayamos, cada cristiano fiel está obligado a través de la obediencia a compartir el Evangelio. Si usted es un creyente en Jesucristo, ¿adónde le ha llamado Él a ir? ¿A quién le ha puesto Dios en el corazón para que comparta el regalo de la salvación? ¿Qué pasos puede tomar, pequeños o grandes, con el conocimiento de que Cristo estará a su lado, "para hacer discípulos en todas las naciones"?