lunes, 30 de octubre de 2017

¿Qué significa ser un Cristiano nacido de nuevo?



 
Pregunta: "¿Qué significa ser un Cristiano nacido de nuevo?"

Respuesta: 
¿Qué significa ser un cristiano nacido de nuevo? El pasaje clásico de la Biblia que responde a esta pregunta es el de Juan 3:1-21. El Señor Jesucristo está hablando con Nicodemo, un fariseo prominente, y miembro del Sanedrín (un principal entre los judíos). Había venido a Jesús de noche para hacerle algunas preguntas.

Mientras Jesús hablaba con Nicodemo, El dijo “...De cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Nicodemo le dijo, “¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?” Jesús contestó, “De cierto te digo, que el que no naciere del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo...” (Juan 3:3-7).

La frase “nacido de nuevo” literalmente significa “nacido desde arriba.” Nicodemo tenía una necesidad verdadera. Él necesitaba un cambio de corazón – una transformación espiritual. El nuevo nacimiento, el nacer de nuevo, es un acto de Dios por el cual la vida eterna es impartida a la persona que cree (2 Corintios 5:17Tito 3:51 Pedro 1:31 Juan 2:293:94:72:1-418). Juan 1:12,13 indican que “el nacer de nuevo” también transmite la idea de “volverse hijo de Dios” al confiar en el nombre de Jesucristo.

La pregunta viene de manera lógica, “¿Por qué una persona necesita nacer de nuevo?” El Apóstol Pablo en Efesios 2:1 dice, “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados...” A los Romanos en Romanos 3:23, el Apóstol escribió, “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” De manera que, una persona necesita nacer de nuevo a fin de que sus pecados sean perdonados y para poder tener una relación con Dios.

¿Cómo ocurre eso? Efesios 2:8,9 formulan, “Por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” Cuando uno es “salvo”, él (o ella) ha nacido de nuevo, ha sido renovado espiritualmente, y ahora es hijo de Dios por el derecho de este nuevo nacimiento. Confiar en Jesucristo, en Aquel quien pagó la penalidad del pecado al morir Él en la cruz, es lo que significa “nacer de nuevo” espiritualmente. “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es...” (2 Corintios 5:17 a).

Si nunca ha confiado en el Señor Jesucristo como su Salvador, ¿consideraría usted dar lugar al Espíritu Santo mientras El le habla a su corazón? Usted necesita nacer de nuevo. ¿Haría usted la oración de arrepentimiento para así volverse hoy una nueva creación en Cristo? “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12-13)

Si usted desea aceptar a Jesucristo como su Salvador y nacer de nuevo, aquí está una oración modelo. Recuerde, hacer esta oración o cualquier otra, no va a salvarlo. Es solamente el confiar en Jesucristo lo que le puede librar del pecado. Esta oración es simplemente una manera de expresar a Dios su fe en Él, y agradecerle por proveerle su salvación. “Dios, sé que he pecado contra ti y merezco castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, de manera que a través de la fe en El yo pueda ser perdonado. Me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en Ti para la salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y perdón – el don de la vida eterna! En nombre de Jesús, ¡Amén!”

¿Ha hecho usted una decisión por Cristo, por lo que ha leído aquí? Si es así, por favor oprima la tecla “¡He aceptado a Cristo hoy!”
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domingo, 29 de octubre de 2017

El propósito que Dios tiene para Nuestra Vida

¿Tiene Ud. Vida Eterna?



 
Pregunta: "¿Tiene Ud. Vida Eterna?"

Respuesta: 
La Biblia presenta un sendero claro hacia la vida eterna. Primero, debemos reconocer que hemos pecado contra Dios. En las Sagradas Escrituras leemos en Romanos capítulo 3 y el versículo 23: “Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios.” Todos hemos hecho cosas que desagradan a Dios, las cuales nos hacen merecedores de castigo. Debido a que a la larga todos nuestros pecados van en contra de un Dios eterno, únicamente bastaría un castigo eterno. Pero, en Romanos capítulo 6 y el versículo 23 leemos, “Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor Nuestro.”

En 1 de Pedro capítulo 2 y el versículo 22, leemos que Jesucristo es el santo Hijo de Dios, sin pecado. En Juan capítulo 1, los versículos 1 y 14, leemos que el eterno Hijo de Dios, se hizo hombre y murió para pagar nuestro castigo. En Romanos 5:8 leemos: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” Jesucristo murió en la cruz (Juan 19:31-42). Él llevó la culpa que merecíamos nosotros (2 Corintios 5:21). Tres días más tarde El se levantó de la tumba, demostrando Su victoria sobre el pecado y la muerte. (1 de Corintios 15:1-4) Y en 1 de Pedro capítulo 1 versículo 3, leemos: “Que según su gran misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos.”

En Hechos 3 el versículo 19, leemos que por fe, debemos arrepentirnos y apartarnos de nuestro pecado y volvernos a Cristo para la salvación. Si ponemos nuestra fe en El, confiando en que Su muerte en la cruz fue el pago por nuestros pecados, seremos perdonados y recibiremos la promesa de la vida eterna en el cielo. En Juan 3:16 leemos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.” En Romanos 10:9 leemos: “Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” ¡Solamente la fe en la obra completa de Cristo en la cruz es el único camino verdadero hacia la vida eterna! En Efesios 2:8-9 leemos: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”

Si desea aceptar a Jesucristo como su Salvador, usted puede repetir la siguiente oración: “Dios, sé que he pecado contra ti y merezco castigo. Pero Jesucristo tomó el castigo que yo merecía, de manera que, a través de la fe en El, yo pueda ser perdonado. Me arrepiento y me aparto de mi pecado y pongo mi confianza en Ti para mí salvación. ¡Gracias por Tu maravillosa gracia y por Tu perdón – el don de la vida eterna! En nombre de Jesús, ¡Amén!” Recuerde que al hacer esta oración o cualquier otra, no es suficiente para salvarle. Solamente el confiar y tener fe en Cristo puede librarle del pecado y regalarle una vida eterna en el cielo. Esta oración es simplemente una manera de expresarle a Dios su fe en El y agradecerle por proveerle la salvación.

¿Ha hecho usted una decisión por Cristo por lo que ha leído aquí? Si es así, por favor oprima la tecla “¡He aceptado a Cristo hoy!”

sábado, 28 de octubre de 2017

Esperanza Del Evangelio

Romanos 12:12
gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración;
Romanos 5:1-2
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Romanos 5:5
y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos 8:24-25
Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.
Romanos 15:13
Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.
1 Corintios 9:10
o lo dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del fruto.
1 Pedro 3:15
sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros;
1 Pedro 1:21
y mediante el cual creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sean en Dios.
Hebreos 10:23
Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.
Hebreos 7:19
(pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.
Hebreos 6:18
para que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
Hebreos 6:11
Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza,

¿Qué dice la Biblia acerca de cómo encontrar el propósito de la vida?



 
Pregunta: "¿Qué dice la Biblia acerca de cómo encontrar el propósito de la vida?"

Respuesta: 
Después de hablar acerca de la futilidad de la vida, cuando vivió con todo lo que este mundo pudiera ofrecer, Salomón nos da estas importantes conclusiones en el libro de Eclesiastés: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala.” (Eclesiastés 12:13-14). Salomón dice que el todo de la vida es honrar a Dios con nuestros pensamientos y vidas, guardando Sus mandamientos, porque un día compareceremos ante Él para entregarle cuentas.

David: A diferencia de aquellos cuyas ganancias están en esta vida, David buscaba su satisfacción en el tiempo futuro. Él decía, “En cuanto a mí, veré tu rostro en justicia; estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza” (Salmo 17:15). Para David, su completa satisfacción llegaría el día cuando despertara (en la vida futura) mirando la faz de Dios (en compañerismo con Él) y siendo a Su semejanza (1 Juan 3:2).

Asaf: En el Salmo 73, Asaf habla acerca de cómo él fue tentado a envidiar a los impíos, quienes parecían no tener problemas y aumentaban sus riquezas sobre las espaldas de aquellos de quienes se aprovechaban, pero entonces consideró su destino final. Entonces, en contraste con lo que ellos anhelaban en sus vidas, declara en el verso 25 que lo más importante para él es: “¿A quién tengo yo en los cielos sino a Ti? Y fuera de Ti nada deseo en la tierra.” Para él, una relación con Dios es lo que más importaba sobre todo lo demás en la vida.

Pablo: El apóstol Pablo habló acerca de todo lo que él había logrado antes de ser confrontado por el Cristo resucitado, y cómo todo lo que una vez tenía o había alcanzado (especialmente en lo religioso), era como una pila de basura para él, comparado ahora con la excelencia del conocimiento de Jesucristo, aún cuando eso incluía el sufrir la pérdida de todas las cosas. En Filipenses 3:9-10, él dice que lo que él quería es “…ser hallado en Él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe, a fin de conocerle, y el poder de Su resurrección, y la participación de Sus padecimientos, llegando a ser semejante a Él en Su muerte.” Nuevamente, para Pablo lo que más importaba era el conocer a Cristo y ser hallado justo, por la justicia obtenida de Dios a través de la fe en Jesucristo, y vivir en comunión con Él, aún cuando eso le acarreara sufrimientos (2 Timoteo 3:12). En conclusión, él anhelaba el momento cuando él tendría parte en “la resurrección de entre los muertos.”

El propósito de la vida como se expone en Apocalipsis:

El último libro en la Biblia, el libro de Apocalipsis, revela lo que sucederá en el fin de este mundo, como lo conocemos ahora. Después de que Cristo regrese y Su reinado de 1000 años sobre la tierra concluya, los no creyentes serán resucitados y juzgados por sus obras y enviados para su existencia eterna al lago de fuego (Apocalipsis 20). La tierra y los cielos como los conocemos ahora serán destruidos y un nuevo cielo y una nueva tierra serán creados, y el estado eterno será establecido. Una vez más, como en el Jardín del Edén en Génesis, el hombre nuevamente morará con Dios y Él con ellos (Apocalipsis 21:3); todo el remanente de la maldición (sobre la tierra por causa del pecado del hombre) será quitado - sufrimiento, enfermedad, muerte, dolor. (Apocalipsis 21:4) Dios dice que aquellos que vencieren, heredarán todas las cosas. Él será su Dios y ellos serán Sus hijos. Así que, como se inició en Génesis, la raza humana redimida vivirá en compañerismo con Dios, libre del pecado y su maldición (tanto interna como externamente), en un mundo perfecto, teniendo corazones perfectos a semejanza del corazón mismo de Cristo (1 Juan 3:2-3).

El propósito de la vida descrito por Jesucristo:

En el principio, Dios creó al hombre para que disfrutara de (1) compañerismo con Él, (2) relacionarse con otros, (3) trabajar, y (4) ejercer dominio sobre la tierra. Pero al caer el hombre en el pecado, el compañerismo con Dios fue roto, las relaciones con otros son con frecuencia “ásperas”, el trabajo parece tener siempre sus lados negativos, y el hombre batalla para mantener un aparente dominio sobre la naturaleza, ya sea sobre el clima o sobre las malas hierbas en el campo o jardín. En los nuevos cielos y nueva tierra, el hombre estará involucrado nuevamente en todo esto, pero en un estado de perfección restaurada. Pero ¿cómo puede uno llegar a ser parte del grupo que llegará a los nuevos cielos y tierra? Y ¿qué debemos hacer por ahora? ¿Todo esto solo tiene sentido en la próxima vida cuando la maldición del pecado sea quitada? Jesucristo, el Hijo de Dios, dejó Su hogar celestial, tomó forma humana, aunque reteniendo su completa deidad, y vino al mundo tanto A PAGAR EL PRECIO POR NUESTRA VIDA ETERNA, como por el propósito en esta vida. Y por haber sido nuestra pecaminosidad la que separó a la raza humana de Dios, trayendo sobre nosotros la maldición, Mateo 1:21 dice que Jesús vino a “…salvar a Su pueblo de sus pecados.”

El propósito en la vida depende del origen de la raza humana:

Si fuéramos el resultado de una casualidad cósmica (evolución), entonces simplemente seríamos formas de vida biológicamente sofisticadas que se las han arreglado para alcanzar una conciencia propia. Nos desesperaríamos al no existir un mayor propósito en la vida que el de sobrevivir y prolongar la especie humana, hasta que tenga lugar el próximo accidente cósmico que lleve nuestra forma de vida a un grado superior. PERO, NO somos el resultado de un accidente cósmico. La verdadera ciencia comprueba el hecho de que la macro-evolución (la transformación de unas especies a otras diferentes) es una farsa. La evolución es falsamente llamada “ciencia” cuando de hecho no es repetible, ni observable, sino mayormente aceptada por fe, tanto como lo es la creación.

Mientras continuamos aprendiendo más acerca de la microbiología, aprendemos que es altamente improbable la posibilidad de formar aún la molécula de proteína más simple, necesaria para la vida, aún si se concedieran TRILLONES de años para que se diera la combinación casual de los aminoácidos en el orden correcto. Tampoco los registros de fósiles apoyan la teoría evolutiva. En las propias palabras de los evolucionistas, debe haber múltiples números de formas de vida transitorias que simplemente no han sido encontradas. Lo que sí registran los fósiles, es la corroboración de lo que Génesis, en su capítulo uno de la Biblia, declara; un importante número de diferentes especies que aparecieron al mismo tiempo y que la gran mayoría de estas especies, son las mismas que aún existen en la actualidad. Los cambios observados en pájaros y polillas observados en el siglo XIX, y citados como soporte de los cambios evolutivos involucrados dentro de una especie (micro-evolución), son algo ante lo que ni la Biblia ni los evolucionistas objetan. Así mismo, mientras aprendemos más acerca de la llamada célula simple, encontramos nuevamente lo que a lo largo del capítulo uno de Génesis se declara: que la vida es el resultado de la increíble sabiduría de un Diseñador y Creador. Porque no somos el resultado de un accidente cósmico, sino una creación de Dios. Sí, existe un propósito en la vida y Dios ya nos ha dicho cuál es.

Esperanza Para La Iglesia

2 Corintios 3:12
Así que, teniendo tal esperanza, usamos de mucha franqueza;
2 Corintios 1:7
Y nuestra esperanza respecto de vosotros es firme, pues sabemos que así como sois compañeros en las aflicciones, también lo sois en la consolación.
Efesios 4:4
un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación;
Colosenses 1:22-23
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él; si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual yo Pablo fui hecho ministro.
Colosenses 1:27
a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria,
1 Tesalonicenses 1:3
acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 4:13
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
1 Tesalonicenses 5:8
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.
2 Tesalonicenses 2:16-17
Y el mismo Jesucristo Señor nuestro, y Dios nuestro Padre, el cual nos amó y nos dio consolación eterna y buena esperanza por gracia, conforte vuestros corazones, y os confirme en toda buena palabra y obra.

¿Por qué yo no debería cometer suicidio?



 
Pregunta: "¿Por qué yo no debería cometer suicidio?"

Respuesta: 
Mi corazón acompaña a aquellos que tienen pensamientos de terminar con sus propias vidas a través del suicidio. Si al momento ese es usted, debe experimentar muchas emociones tales como, sentimientos de desesperanza y desesperación. Usted puede sentirse como que está en el foso más profundo, y duda que haya un rayo de esperanza, de que eso puede mejorar. A nadie parece, o importarle, o entender de dónde viene usted. Simplemente, la vida no vale vivirla… ¿o sí?

Emociones debilitantes son experimentadas por muchos, en uno u otro tiempo. Cuando estaba en un hoyo emocional, a mi mente venían preguntas como, “¿Podría alguna vez ser la voluntad del Dios quien me creó?” “¿Es Dios demasiado pequeño para ayudarme?” “¿Son mis problemas demasiado grandes para El?”

Me complace decirle, que si usted se toma unos pocos minutos y considera permitir que Dios verdaderamente sea Dios en su vida ahora mismo, El va a probar justamente, ¡cuán grande es El en realidad! “Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37). Tal vez cicatrices de las heridas del pasado, han resultado en un abrumador sentido de rechazo o abandono. Eso puede conducir a pensamientos o caminos de autocompasión, enojo, amargura, deseos de venganza, temores enfermizos, etc., eso ha causado problemas en algunas de sus relaciones más importantes. Sin embargo, el suicidio serviría solamente para traer devastación a los seres queridos a quienes nunca intentó herir; cicatrices emocionales con las que van a tener que tratar el resto de sus vidas.

¿Por qué no debería cometer suicidio? Amigo, no importa cuán malas estén las cosas en su vida, hay un Dios de amor que le está esperando, para que le permita guiarle a través de su túnel de la desesperación, y conducirlo hacia Su luz maravillosa. Él es su esperanza segura. Su nombre es Jesús.

Este Jesús, el inmaculado Hijo de Dios, se identifica con usted en su tiempo de rechazo y humillación. El profeta Isaías, escribió de Él, “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió él nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga (azote) fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:2-6).

¡Amigo, Jesucristo soportó todo esto, a fin de que todos sus pecados pudieran ser perdonados! Sepa que cualquier peso de culpa que cargue con usted, El va a perdonarlo, si humildemente se arrepiente (vuélvase de sus pecados a Dios). “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás (Salmos 50:15). Nada que alguna vez haya hecho, es demasiado malo como para que Jesús lo perdone. Algunos de sus siervos escogidos en la Biblia cometieron pecados flagrantes, como asesinato (Moisés), adulterio (Rey David), y abuso físico y emocional (Apóstol Pablo). No obstante, encontraron perdón y una nueva vida abundante en el Señor. “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2). “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17).

¿Por qué no debería suicidarse? Amigo, Dios está dispuesto a reparar lo que se ha “roto”… concretamente, la vida que tiene ahora, que quiere terminarla con el suicidio. El profeta Isaías escribió: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos… se les de gloria (la corona de la belleza) en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” (Isaías 61:1-3).

Venga a Jesús, y permítale restaurar su gozo y comodidad, mientras confía en Él para comenzar una nueva obra en su vida. “Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente” “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:1215-17).

¿Aceptaría al Señor como su Salvador y Pastor? El va a guiar sus pensamientos y pasos, un día a la vez, a través de Su Palabra, la Biblia. “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32:8). “Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro” (Isaías 33:6). En Cristo todavía va a tener luchas, pero ahora va a tener ESPERANZA. El es un “amigo más unido que un hermano” (Proverbios 18:24). Que la gracia del Señor Jesús esté con usted en su hora de decisión.

Si usted decide confiar en Jesucristo como su Salvador, diga a Dios en su corazón estas palabras. “Dios, te necesito en mi vida. Por favor perdóname por todo lo que he hecho. Pongo mi fe en Jesucristo, y creo que El es mi Salvador. Por favor límpiame, sáname, y restaura mi gozo en la vida. Gracias por Tu amor hacia mí y por la muerte de Jesús en mi lugar.”

¿Ha hecho usted una decisión por Cristo, por lo que ha leído aquí? Si es así, por favor oprima la tecla “¡He aceptado a Cristo hoy!”

¿Por qué yo no debería cometer suicidio?



 
Pregunta: "¿Por qué yo no debería cometer suicidio?"

Respuesta: 
Mi corazón acompaña a aquellos que tienen pensamientos de terminar con sus propias vidas a través del suicidio. Si al momento ese es usted, debe experimentar muchas emociones tales como, sentimientos de desesperanza y desesperación. Usted puede sentirse como que está en el foso más profundo, y duda que haya un rayo de esperanza, de que eso puede mejorar. A nadie parece, o importarle, o entender de dónde viene usted. Simplemente, la vida no vale vivirla… ¿o sí?

Emociones debilitantes son experimentadas por muchos, en uno u otro tiempo. Cuando estaba en un hoyo emocional, a mi mente venían preguntas como, “¿Podría alguna vez ser la voluntad del Dios quien me creó?” “¿Es Dios demasiado pequeño para ayudarme?” “¿Son mis problemas demasiado grandes para El?”

Me complace decirle, que si usted se toma unos pocos minutos y considera permitir que Dios verdaderamente sea Dios en su vida ahora mismo, El va a probar justamente, ¡cuán grande es El en realidad! “Porque nada hay imposible para Dios” (Lucas 1:37). Tal vez cicatrices de las heridas del pasado, han resultado en un abrumador sentido de rechazo o abandono. Eso puede conducir a pensamientos o caminos de autocompasión, enojo, amargura, deseos de venganza, temores enfermizos, etc., eso ha causado problemas en algunas de sus relaciones más importantes. Sin embargo, el suicidio serviría solamente para traer devastación a los seres queridos a quienes nunca intentó herir; cicatrices emocionales con las que van a tener que tratar el resto de sus vidas.

¿Por qué no debería cometer suicidio? Amigo, no importa cuán malas estén las cosas en su vida, hay un Dios de amor que le está esperando, para que le permita guiarle a través de su túnel de la desesperación, y conducirlo hacia Su luz maravillosa. Él es su esperanza segura. Su nombre es Jesús.

Este Jesús, el inmaculado Hijo de Dios, se identifica con usted en su tiempo de rechazo y humillación. El profeta Isaías, escribió de Él, “Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos. Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió él nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga (azote) fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros” (Isaías 53:2-6).

¡Amigo, Jesucristo soportó todo esto, a fin de que todos sus pecados pudieran ser perdonados! Sepa que cualquier peso de culpa que cargue con usted, El va a perdonarlo, si humildemente se arrepiente (vuélvase de sus pecados a Dios). “Invócame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás (Salmos 50:15). Nada que alguna vez haya hecho, es demasiado malo como para que Jesús lo perdone. Algunos de sus siervos escogidos en la Biblia cometieron pecados flagrantes, como asesinato (Moisés), adulterio (Rey David), y abuso físico y emocional (Apóstol Pablo). No obstante, encontraron perdón y una nueva vida abundante en el Señor. “Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2). “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2ª Corintios 5:17).

¿Por qué no debería suicidarse? Amigo, Dios está dispuesto a reparar lo que se ha “roto”… concretamente, la vida que tiene ahora, que quiere terminarla con el suicidio. El profeta Isaías escribió: “El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos… se les de gloria (la corona de la belleza) en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” (Isaías 61:1-3).

Venga a Jesús, y permítale restaurar su gozo y comodidad, mientras confía en Él para comenzar una nueva obra en su vida. “Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente” “Señor, abre mis labios, y publicará mi boca tu alabanza. Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría; no quieres holocausto. Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios” (Salmos 51:1215-17).

¿Aceptaría al Señor como su Salvador y Pastor? El va a guiar sus pensamientos y pasos, un día a la vez, a través de Su Palabra, la Biblia. “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; sobre ti fijaré mis ojos” (Salmos 32:8). “Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y abundancia de salvación; el temor de Jehová será su tesoro” (Isaías 33:6). En Cristo todavía va a tener luchas, pero ahora va a tener ESPERANZA. El es un “amigo más unido que un hermano” (Proverbios 18:24). Que la gracia del Señor Jesús esté con usted en su hora de decisión.

Si usted decide confiar en Jesucristo como su Salvador, diga a Dios en su corazón estas palabras. “Dios, te necesito en mi vida. Por favor perdóname por todo lo que he hecho. Pongo mi fe en Jesucristo, y creo que El es mi Salvador. Por favor límpiame, sáname, y restaura mi gozo en la vida. Gracias por Tu amor hacia mí y por la muerte de Jesús en mi lugar.”

¿Ha hecho usted una decisión por Cristo, por lo que ha leído aquí? Si es así, por favor oprima la tecla “¡He aceptado a Cristo hoy!”

Esperanza Y Vida Eterna

Proverbios 23:18
Porque ciertamente hay fin, Y tu esperanza no será cortada.
Proverbios 14:32
Por su maldad será lanzado el impío; Mas el justo en su muerte tiene esperanza.
Hechos 24:15
teniendo esperanza en Dios, la cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos.
Colosenses 1:5
a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,
Tito 1:2
en la esperanza de la vida eterna, la cual Dios, que no miente, prometió desde antes del principio de los siglos,
Tito 3:7
para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.

martes, 24 de octubre de 2017

Amor A Dios

Deuteronomio 6:5
Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Deuteronomio 11:13
Si obedeciereis cuidadosamente a mis mandamientos que yo os prescribo hoy, amando a Jehová vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma,
Deuteronomio 13:3
no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.
Deuteronomio 30:16
porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella.
1 Reyes 3:3
Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.
Salmos 18:1
Al músico principal. Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dirigió a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo: Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Salmos 31:23
Amad a Jehová, todos vosotros sus santos; A los fieles guarda Jehová, Y paga abundantemente al que procede con soberbia.
Salmos 97:10
Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra.
Salmos 116:1
Amo a Jehová, pues ha oído Mi voz y mis súplicas;
Amós 5:15
Aborreced el mal, y amad el bien, y estableced la justicia en juicio; quizá Jehová Dios de los ejércitos tendrá piedad del remanente de José.
Miqueas 6:8
Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.
Malaquías 1:2
Yo os he amado, dice Jehová; y dijisteis: ¿En qué nos amaste? ¿No era Esaú hermano de Jacob? dice Jehová. Y amé a Jacob,
Mateo 10:37
El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí;
Lucas 10:27
Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Juan 8:42
Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo de Dios he salido, y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.
Juan 10:17
Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
Juan 12:25
El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará.
Juan 14:15
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Juan 14:21
El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
Juan 15:9
Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
Juan 21:15
Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.
1 Pedro 1:7-8
para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
1 Juan 5:1
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él.