domingo, 8 de julio de 2012
UNA ACTITUD EQUILIBRADA
Lectura: Juan 17.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. --Juan 17:16.
En nuestro mundo hay evidencias inequívocas de la
sabiduría, el poder y la bondad de Dios (Salmo 104:14-18). También existen en
el cielo estrellado que tenemos encima (19:1). Y además, se encuentran en todas
las bendiciones del amor humano y de la creatividad, las cuales son dones «de
lo alto» (Santiago 1:17).
El teólogo Juan Calvino escribió: «La vida actual […]
tiene muchos atractivos, una gran exhibición de deleite, gracia y dulzura.
Debemos encariñarnos tanto con ella al punto de que la veamos como uno de los
dones de la bondad divina, los cuales no tienen que menospreciarse de ninguna
manera.»
Los dones de Dios para nosotros son abundantes y debemos
disfrutarlos (1 Timoteo 6:17). No obstante, es necesario que tengamos una
actitud equilibrada; es decir, apreciar este mundo y al mismo tiempo rehusar
convertirnos en cautivos limitados al aquí y ahora.
Jesús dio un ejemplo de esa actitud. Disfrutaba las
fiestas y de las bodas (Juan 2:1-2), amaba a los niños (Mateo 19:13-15), y con gusto
satisfacía las necesidades de los hambrientos (Mateo 14:15-21). Prometió dar
vida abundante y la practicó (Juan 10:10). Sin embargo, durante el tiempo que pasó
en la tierra, oró fervientemente por Su regreso al gozo del cielo (Juan17:4-5). Estaba en el mundo, pero no era de él.
Señor, ayúdanos a imitar tu
ejemplo. --VCG
REFLEXIÓN: Aprovecha al máximo la vida en la tierra,
pero recuerda que lo mejor está por venir.
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