martes, 24 de febrero de 2015



EXCUSAS PARA NO ACEPTAR LA SALVACIÓN

C- Nunca en mi vida le he hecho daño a nadie

       ¿Quiere usted decir que nunca ha tenido un mal pensamiento, ni ha mentido, ni ha tratado de engañar a nadie? ¿Ha amado a Dios con todo el corazón, alma, fuerza y mente? ¿Ha amado a otros como a usted mismo? Esta es la perfección que Dios requiere (Lucas 10:26-37).

Por supuesto, nadie puede vivir una vida tan perfecta. Usted tiene que admitir que ha pecado y Dios dice: "El alma que pecare, esa morirá" (Ezequiel 18:4), y: "La paga del pecado es muerte" (Romanos 6:23). Por lo tanto, ¿por qué no toma su lugar como perdido y derrotado ante los ojos de Dios y deja de excusarse o tratar de cubrir sus pecados? No se los puede esconder a Dios.

       D- Le daré la vuelta a la página y empezaré de nuevo

       Aunque tan sólo pudiera doblar la página y empezar otra vez, ¿qué de los pecados de antes?. A un niño en la escuela se le regó la tinta en la página de un libro. Rápidamente pasó a una página limpia y decidió tener más cuidado en el futuro. Pero la mancha quedó ahí y cuando la maestra lo vio, lo castigó.

Puede ser que durante un tiempo usted tomara licor, usara palabras sucias, mintiera, o tuviera malos hábitos. Pero luego, hizo borrón y cuenta nueva, y se volvió una persona «regenerada», como dice el mundo. Sin embargo, esta nueva conducta jamás puede quitar la desobediencia pasada. No es tomar buenas decisiones o reformar su vida a costa de grandes esfuerzos, lo que podrá salvarle. Hace falta pasar por el nuevo nacimiento. El Señor Jesús dice: "Os es necesario nacer de nuevo" (Juan 3:3-7). Usted debe llegar a ser una "nueva criatura" en Cristo Jesús.

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