viernes, 27 de febrero de 2015

NUESTRO PAN DIARIO Sigue la luz Jesús estaba en Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos, la celebración de siete días descrita como la temporada más festiva del antiguo año hebreo. Uno de los ritos diarios del festival era la iluminación de las lámparas. Cada tarde, al caer el sol sobre las Colinas y las sombras se arrastraban por toda la Ciudad Santa, se iluminaban cuatro lámparas en el templo. Las antorchas representaban el pilar de fuego en el que Dios habitaba cuando guió a Su atribulado pueblo a través del árido desierto. Pero la noche final del festival, la lámpara central no estaba iluminada. Permanecía silenciosa y oscura — un recordatorio a los adoradores de que la redención y salvación finales de Israel todavía no se habían experimentado. La oscuridad todavía tenía que soportarse. Todavía buscaban al Mesías, la Luz verdadera. Fue en este escenario donde Jesús se levantó y dijo las increíbles palabras, «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida» (Juan 8:12). Al colocarme en el festival . . . parado en medio de la multitud . . . escuchando las palabras de Jesús, mi corazón se reconforta. Semejante gracia. Éstos son algunos de los mejores «momentos con Jesús.» Sin embargo, veo otro tema en las palabras de Jesús, al cual no me había acercado tan pronto. Es el llamado inequívoco de Jesús a la obediencia. Las palabras que cálidamente me prometieron que «no andaría en tinieblas» se relacionan con las que declaran, «El que me sigue.» La obediencia que se requiere es recibir humildemente a Jesús como el Mesías, Aquél que vino de Dios para redimir a la humanidad. Seguir es ser un discípulo — estar en el camino de entregarle nuestro corazón y nuestra pasión al Redentor. Ésta es una vida de obediencia a Él y la libertad de la miseria de las tinieblas. Por naturaleza no quiero rendirme. Pero hay alguien a quien con toda razón se le llama Dios, y la obediencia a Él es la única respuesta correcta. La creencia de C. S. Lewis suena cierta: «Existe un Ser tan intrínsecamente autoritario que la obediencia es el asunto esencial de todo ser humano.» ¿Lo seguirás en obediencia? —Winn Collier, Carolina del Sur. Escrito por un amigo lector de Nuestro Andar Diario. - See more at: http://nuestropandiario.org/2013/12/sigue-la-luz-2/#sthash.tnlINpry.dpuf

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