Cuando mi esposo y yo supervisamos que nuestro hijo ensaye sus lecciones de piano, empezamos pidiéndole a Dios que nos ayude, ya que ninguno de nosotros sabe tocar ese instrumento. Así que, los tres estamos entendiendo algunos misterios musicales, tales como el significado de «staccato» y «ligadura», y el uso de las teclas negras.
La oración se convierte en una prioridad cuando necesitamos la ayuda de Dios. David también la necesitó en una situación peligrosa, cuando pensaba pelear contra los filisteos. Antes de emprender la batalla, «David consultó al Señor, diciendo: ¿Iré a atacar a estos filisteos?» (1 Samuel 23:2) . El Señor le dio su aprobación. Sin embargo, a los soldados de David le intimidaban las fuerzas enemigas. Entonces, antes de levantarse contra los filisteos, el líder volvió a orar, y Dios prometió darle la victoria ( v. 4) .
¿Es la oración una guía en nuestra vida o el último recurso cuando surgen problemas? A veces, caemos en el hábito de hacer planes y, después, pedirle a Dios que los bendiga, o solamente oramos en momentos de desesperación. El Señor desea que acudamos a Él en nuestras necesidades, pero también que recordemos que lo precisamos en todo momento (Proverbios 3:5-6) .